domingo, 29 de noviembre de 2009

Pensamientos Incorrectos - Cobos, el campo y uno

Por Rolando Hanglin
Especial para lanacion.com
Viernes 17 de julio de 2009
En primer lugar, quiero dejar constancia de que el autor de esta nota no sabe andar a caballo.Como segundo punto: mis conocimientos de agronomía son limitados. Yo sé, por ejemplo, que a las plantas hay que regarlas. Y si no, es preciso que llueva un buen rato día por medio.
Pero soy argentino, nacido y criado en la provincia de Buenos Aires. Desde chicos nos enseñaron nuestros padres y abuelos que este era el país de las vacas y el trigo. No hay más que recorrer la ruta 2, hacia Mar del Plata, para comprobarlo. En buena parte descendemos de gringos que vinieron aquí huyendo de las hambrunas europeas, atraídos por los buenos sueldos y la abundancia de trigo, maíz, leche, queso, carne, vino.
El hombre de campo. El argentino admira y respeta al hombre de campo. Sabemos que tal vez no seamos buenos para construir un submarino nuclear. Sabemos que los rusos nos ganan a la hora de mandar un cohete a la luna, los brasileños suelen vencernos al fútbol y los All Blacks nos barren al rugby. Pero confiamos en las ventajas comparativas del campo argentino y en la capacidad de nuestros chacareros: acá se produce buena carne y se generan toneladas de granos. Nos consideramos seriamente los mejores.
Por eso amamos al campo: es nuestra esencia. Y nuestro poema nacional es "El Gaucho Martín Fierro" de José Hernández, no "La Metamorfosis" de Kafka.
El argentino cree en el hombre de campo. Sabe que la fuerza creadora está en el interior, en los tambos, en los maizales, en el trigo, en la Vendimia, en las bien provistas carnicerías y verdulerías de todo el país. Por eso el campo es algo que "no se toca". Julio César Cleto Cobos, con su insólita popularidad, es un emergente de este sentimiento. Posiblemente, en sus largas cavilaciones anteriores al voto "no positivo", el ingeniero Cobos pensó en todas estas cosas y -encomendándose a Dios- trató de ser justo.
Obviamente, a lo largo de la historia el campo evolucionó. De las grandes extensiones ganaderas detentadas por la Oligarquía Vacuna desde 1880 hasta 1940 se pasó a la chacra, la granja, el feed-lot, el criadero de pollos, la siembra directa, al boom de la soja y otras realidades propias de la Sociedad del Conocimiento. El hombre de campo de hoy ya no tiene el perfil de don Juan Manuel de Rosas sino más bien el de un joven ingeniero agrónomo con su lap-top y su camperita de gamuza. Toda esta nueva generación, criada en el Interior, motorizó la protesta contra la Resolución 125. Después vino Cobos.
Ahora bien. Desde el año pasado se viene hablando de "proteger al pequeño y mediano productor", y en cambio "castigar a los grandes". Esto lo escucho en boca de políticos, economistas, ruralistas y opinators. Y no lo puedo comprender, será porque mis conocimientos económicos llegan a Segundo Año del Nacional. Se me ocurre que un pequeño productor dispone de una superficie limitada de tierra, por lo tanto no le alcanza la plata para comprar buenas máquinas y fertilizantes, de ahí que produce poco y más caro. ¿Verdad? En cambio, un gran productor trabaja sobre grandes extensiones, posee o alquila excelentes cosechadoras, sembradoras, trilladoras, fertilizantes, agroquímicos (todo eso que se paga en dólares) con lo cual extrae de su campo toneladas de granos. Estos se venden en el mercado internacional, provocando una oleada de dólares en el país y en el Estado. ¿Qué tiene de malo?
Más aún. Si no entendí mal, los famosos "pools de siembra", consagrados a la soja que compran por miles de toneladas China y la India desde el año 2000, son una red o cooperativa donde un paisano pone el campo, otro pone la maquinaria, otro los fertilizantes, otro el know-how (ahí viene el ingeniero agrónomo de la camperita) y todo el pueblo deposita sus ahorros para cobrar, el año que viene, fuertes ganancias: el almacenero, el dentista, el comisario, el escribano y la viuda del finado intendente. De esta forma logran la capacidad de producción de "los grandes". Y por lo que he leído, los pools son una realidad impetuosa en Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, China, Brasil, India, Vietnam, etc. ¿A qué se debe el furor de perseguir a los pools y castigar a los "grandes"?
Algunos dicen que el cultivo de soja (con el famoso glifosfato y otras substancias propias de los alquimistas) deteriora la tierra. Pero no me imagino a un paisano argentino destruyendo su propia base de sustentación. Tampoco me explico el fervor por la ecología en un país que tiene el Riachuelo (el curso de agua más contaminado del mundo), un Río de la Plata que fue playa hasta 1950 y donde ahora no te podés zambullir porque se te cuecen las tabas entre la otitis, la conjuntivitis, la gastritis y las erupciones cutáneas?y las propias calles de Buenos Aires, donde familias de marginales con sus hijos procesan la basura a cielo abierto, contaminándose y contaminando sin que a nadie le importe.
Ese es mi parecer. Si a alguien he molestado, monto en mi malacara y me mando mudar al trotecito.

Latas de esquila

La emisión privada de fichas o latas de esquilas como medio de pago, fue abundante en nuestra campaña, especialmente en las zonas ganaderas como la Provincia de Bs. As, Entre Ríos, Santa Fe o la Patagonia, entre otras.
La mayoría de los establecimiento o estancias hacia fines del siglo XIX principios del XX se dedicaban exclusivamente a la cría de lanares por sobre la vacuna, esto debido a los precios internacionales y la demanda Europea para la confección de telas, que luego paradójicamente importábamos.
Dentro de la Provincia de Bs. As, y hacia finales del siglo XIX y principios del XX, Ayacucho ostentaba el puesto número en cantidades de lanares en pie, debido a su extensión territorial y su pastura.
No había establecimiento rural, por más pequeño que fuere que no poseía una majada, esto repercutió favorablemente para la economía local y mucho tuvo que ver con el desarrollo de nuestra ciudad.
Antes de explotar la crisis del año 30, le economía lanar venía en baja, producto de la caída internacional de los precios, y año tras año se fue apagando, en comparación con aquellos años de esplendor, donde se reconocía Ayacucho por aquellos ejemplares de excelencia.
La época de la esquila, comenzaba alrededor del mes de Octubre, debido al buen clima que se precisaba para dicha tarea, ya que las heladas no son frecuentes a esa altura del año, por ende los esquiladores se llegaban a las estancias para comenzar la tarea de esquila, que en un primer momento se realizaba manualmente, es decir a tijera. Luego fueron incorporándose las maquinas a la tarea de esquilar los lanares, alrededor del año 1890, pero hay que destacar que con esta nueva tecnología sólo contaron los grandes establecimientos.
Las comparsas que se apersonaban a los puestos de las estancias estaban compuestas por:
- Entre diez y veinte (según la majada) esquiladores, llamados también tijeras, entre los que se encontraban los desbarrigadores.
- Dos o tres agarradores.
- Un medico.
- Un afilador.
- Dos o tres alzadores de vellones.
- Un cocinero/a
Todos coordinados por el capataz o contratista, cada uno de estos tenía su función o tarea específica:
“Los esquiladores o tijeras esperaban las ovejas que les traían los agarradores, ya maneadas para realizar la esquila; el debarrigador sólo se encargaba de cortar la lana de la barriga; el afilador mantenía las tijeras a punto; los alzadores iban estibando en el galpón los lienzos con la lana. La tarea del médico era realizada por el principiante, quien recién se unía a la peonada de esquiladores; por lo general era un joven, y su función consistía en acudir al llamado del esquilador, que había cortado una oveja, para pasarle el remedio. El cocinero/a se encargaba de cebarles mates, alcanzarles agua y preparara la comida (ésta consistía en un puchero con arroz, asado y fariña con galleta). Los horarios eran los siguientes: como a las 8 de la mañana un asado, a las 12 el almuerzo, con una hora de reposo, y a la noche la comida.”.
En cuanto a la paga, se realizaba de la siguiente manera:
“Por cada vellón se da una lata, la lata es un equivalente a un vale por un vellón. Concluida la faena del día, que generalmente era de sol a sol, se recogen las latas y se dan los vales por tantos vellones. Al día siguiente se vuelven a servir las latas”.
El reparto de las latas lo realizaba “el latero”, que la mayoría de las veces era el capataz; caso contrario alguien de su confianza.
La duración de la esquila dependía de la cantidad de lanares, pero entre siete y diez tijeras, un desbarrigador, un agarrado, un alzador, un afilador y el cocinero son suficientes para esquilar en dos días y medio dos mil ovejas al barrer.
Concluida la esquila, la peonada levantaba sus monos y partían hacia otra estancia, previa fiesta de despedida con asado, guitarra y baile.
En cuanto a las fichas o lata de esquilas que se utilizaron como medio de pago, encontramos que en un primer momento se usaron simples discos de hojalata o latón, apunzonándose la marca de ganado o las iniciales del propietario.
Con el paso del tiempo, se fueron acuñando en bronce, cobre, níquel u otros metales. Las mas completas llevan el nombre del emisor, establecimiento, marca, valor, localidad y fecha (no era muy común). A su vez, llevaban estampado una oveja entera, sólo su cabeza o las leyendas “Dinero en esquila”, ”Vale por un vellón” o “Esquilé una oveja”.
El uso de la ficha no fue exclusivo de la esquila, ya que en otras regiones del país fueron también utilizadas, como por ejemplo en la vendimia, en la zafra de la caña de azúcar, y en las minas y canteras, entre otras actividades.
Leandro Rossatto
Bibliografía Consultada:
- Pilchas Criollas, Fernando O. Assuncao (1975)
- Estancias Bonaerenses, Carlos Antonio Moncaut (1977)
- Gran Guía Descriptiva y de Información de la Pcia. de Bs.As. (1890)
Más información en http://coleccionrosatto.blogspot.com.
Fuente: elSensor.com

jueves, 19 de noviembre de 2009

Santos Vega, el enigmático

Es la quintaesencia del gaucho, pese a que carece de sustancia: la tradición agigantó su figura y la convirtió en símbolo; hay quien hasta ha creído que no existió, pero una multitud de testimonios admisibles, así como las ideas actuales sobre el origen de los mitos, lleva a rechazar esa presunción.Santos Vega es, por antonomasia, la quintaesencia del gaucho, su representación más cabal y más concreta, pese a que, precisamente, carece de contorno, de definición y de sustancia.
Del ingente acopio de conocimientos hecho por eruditos, historiadores y sociólogos, tenemos que muy poco es lo que genéricamente se sabe del gaucho; con aquél "de la larga fama", que "murió cantando su amor/ como el pájaro en la rama...", sucede lo mismo, aunque en términos no ya de paradigma cargante, sino de fantasma querendón.
Por cierto, es un personaje literario, pero no parece serlo del todo como indiscutiblemente lo es Martín Fierro. Por otra parte, es un personaje literario sólo en cuanto invocación, no si nos atenemos al rastro de una obra así fuese fraguada.
Obligado la menciona lateralmente: "Hirió las cuerdas sonoras,/ y cantó de las auroras / y de las tardes pampeanas...", dice. Y la cita habitual de "no me entierren en sagrado;/ déjenme en el campo verde/ donde me pise el ganado", lejos de ser original remite a mil antecedentes del folklore español.
Sin embargo, Santos Vega, en plena síntesis sarmientina, es el gaucho por excelencia y también el cantor por excelencia.
Obligado vuelve memorablemente sobre esto y lo deja fijado para siempre en la estructura mítica de nuestro país: "Mientras de orgullo me anega/ la convicción de que es mía/ la patria de Echeverría,/ la tierra de Santos Vega", atribuyendo al poeta letrado y romántico la cualidad de abstracción que entraña decir patria y al payador legendario la de la de apasionada concreción que rezuma el vocablo tierra .
¿Pero quién era Santos Vega? La tradición agigantó su figura y la convirtió en símbolo pero, ¿a partir de qué materia produjo esa transmutación apreciable?
Hay quien hasta ha creído que no existió, pero una multitud de testimonios admisibles, así como las ideas actuales sobre el origen de los mitos lleva a rechazar esa presunción, si bien somos incapaces de aportar ni una pizca de certidumbre al respecto.
En verdad, aun en sus incongruencias y vacíos, la historia de Santos Vega parece real; por contraposición, suena un poco forzado que para mediados del gobierno rosista se inventasen consejas a propósito de un acontecimiento sucedido no más de diez años antes.
Además, se da como cierto que Bartolomé Mitre -responsable de la primera transcripción culta del mito y casi contemporáneo de su gestación- nunca puso en duda la realidad del personaje.
Las discrepancias son variadas e interesantes: ante ellas declaro descreer de la posible asimilación del mendocino Juan Gualberto Godoy a esta solemne referencia argentina, tanto como efectivo álter ego del protagonista principal, o bien de su asimismo misterioso contrincante, ése a quien Rafael Obligado denominó, para todos los tiempos, Juan Sin Ropa, sin que se sepa por qué.
Pero uno -el que suscribe- descalifica al cuyano simplemente por honesto devaneo intelectual, por parecerle por demás culto y elaborado como para haber podido herir hasta tal punto la imaginación popular, lo que es sólo una opinión, no un hecho demostrable en el arduo terreno de los estudiosos y de los rabdomantes de comprobaciones y documentos.
En el fondo, sabemos, la disputa es inútil pues la cuestión está de antemano resuelta: Santos Vega existe como personaje netamente diferenciado de cualquier otro, y también, y sobre todo, existe la tierra a la que ha enriquecido con la proyección de su espíritu.
No obstante hay cosas oscuras en su historia, particularmente incomprensibles porque parecen ser ajenas -al menos en lo racional- al sentido de la narración.
Una es la ubicación física de sus andanzas, en el pago de Ajó o del Tuyú, recodo de la campaña porteña aislado de la zona de las estancias, suerte de retazos de suelo que sobrenadan los extensos lagunones situados entre lo que luego sería el camino de Monsalvo y las dunas de la costa, zona aún hoy más adecuada para guarida de animales que de personas.
Algunas habría, sin duda, pero lo importante no es eso, sino la índole pasiva que el ir a ese paraje permite suponer en el gaucho de marras.
Veamos: más allá de las estancias "en que nace el ombú", estaban el desierto, las indiadas maloqueras. Perseguidos como Fierro y Cruz se refugiaban en las tolderías y allí seguían el curso de sus desdichas como antes de la desgracia.
Vega encaró el rumbo opuesto y en vez de optar por la lucha, eligió la holgazanería rústica del ermitaño. Hasta ahí lo que se cuenta, quedando para nosotros la pregunta de si se quiso pintar el carácter contemplativo del poeta, o tal vez mantener la alegoría de lo criollo ajena a la contaminación aborigen.
La otra curiosidad es que el príncipe de los cantores no era el mejor cantor. Contrariamente a lo que predican todas las mitologías conocidas, el héroe es menos que el antihéroe; al revés de todo lo imaginable, en él la grandeza se forja en la derrota. Alguien _Juan Sin Ropa, o un negro de mal agüero, o el Diablo, o el Progreso escrito con mayúscula_ lo injuria y destruye, lo condena a un ocaso en el que, mansa aunque ostentosamente, morirá de pena.
No entiendo por qué es así, encrucijada que contribuye a persuadirme de la naturaleza genuina de la leyenda, no importa si atisbo del ulterior ánimo llorón de los habitantes del país, o acaso modesta Walhalla con vista a la bahía de Samborombón. Se me ocurre que de tratarse de un relato meramente literario hasta por un prurito de coherencia el autor hubiese enmascarado las cosas, tal como Güiraldes _púdica, elegantemente_ ocultó que el mundo de don Segundo era una sombra, operación reducida a transformar un sustantivo en adjetivo y a eludir nombrar el ferrocarril.
Por Fernando Sánchez Zinny Para LA NACION Rincón gaucho

CONINAGRO

La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, más conocida por sus siglas CONINAGRO, es una organización que agrupa al sector cooperativo agrario de Argentina, fundada el 4 de junio de 1958. Se trata de una organización de tercer grado que reúne a diez federaciones que, a su vez reúnen a 120.000 empresas cooperativas agrarias. Un 20,5% del total de cereales y oleaginosas producidos en el país corresponden a cooperativas asociadas a CONINAGRO.
Historia
CONINAGRO fue fundada el
4 de junio de 1958 durante la presidencia de Arturo Frondizi. Durante la última dictadura argentina (1976-1983) estuvo de acuerdo, junto a la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina, "en la necesidad de que los gobernantes concreten los lineamientos asumidos en 1976 en el sentido de producir los cambios necesarios para dejar atrás las rémoras que traban nuestro desarrollo".
Institucional
Como organización confederal de tercer grado, CONINAGRO reúne las siguientes federaciones y confederaciones patronales rurales provinciales:
Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA)
SanCor Cooperativas Unidas Limitadas
Federación de Coop. Vitivinícolas Argentinas (FECOVITA)
Federación Entrerriana de Cooperativas
Federación de Cooperativas Agropecuarias (UNCOGA)
Federación de Cooperativas Arroceras Argentinas (FECOAR)
Unión de Cooperativas Agrícolas Algodoneras (UCAL)
Federación de Cooperativas de Corrientes
Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones
Asociación de Cooperativas Hortícolas y Frutícolas Argentinas (ACOHOFAR)
Su presidente es Carlos Alberto Garetto, y el vicepresidente es Eduardo Sancho, para el período 2008-2009.

Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)

Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) representa, dentro del panorama gremial del campo argentino, la presencia de una organización federal de profunda raigambre democrática, en la que encuentran su más cabal expresión todas las voces de la producción en su diversidad geográfica como en sus distintas variantes productivas.Fundada en 1943, ha crecido hasta contar en la actualidad con 13 confederaciones y federaciones, integradas a su vez por más de 300 sociedades rurales de todo el país. En total, están representados a través de la acción de CRA poco más de 109.000 productores agropecuarios. Tanto productores pequeños, medianos o grandes son recibidos y bienvenidos en CRA, como un reflejo fiel de su espíritu federalista que inspiró su creación.A través de sus más de 60 años de vida acreditó sobradamente su conducta gremial, fortalecida en la defensa irrestricta de los intereses del productor y de las empresas rurales y con ese férreo estandarte se ha guiado.

¿QUÉ ES CRA?

• Es una Asociación civil gremial, cuyo objetivo central es la defensa del productor agropecuario y sus intereses.
• Es Federativa de tercer grado. Más de 300 rurales de todo el país dan sustentoa 13 confederaciones y federaciones rurales, el pilar de CRA
• CRA es una entidad sin fines de lucro y su cuadro directivo no recibe honorarios por su labor.
• Propende al fomento y desarrollo de las actividades agropecuarias.
• Coordina la acción de todas las entidades que agrupa y se integra con asociaciones de similares características

Federación Agraria Argentina

La Federación Agraria Argentina (FAA) es una organización patronal de productores rurales de la Argentina fundada en el 15 de agosto de 1912, en el curso de una histórica protesta de arrendatarios y pequeños productores rurales conocida como Grito de Alcorta. La mayor parte de sus miembros son pequeños y medianos propietarios rurales, principalmente concentrados en las provincias de Santa Fe y Córdoba.
Es una de las cuatro entidades que representan al sector
patronal rural en el RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Estibadores),[1] y la Comisión Nacional de Trabajo Agrario;[2] las otras tres son la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y CONINAGRO. Como entidad patronal negocia también con los sindicatos del sector y firma convenios colectivos de trabajo como el Convenio 160/75, y otros acuerdos entre sindicatos y organizaciones patronales, como en el caso de Convenio Marco de Constitución de la Red de Formación Profesional para el Sector Agropecuario.


El abogado Francisco Netri, líder del Grito de Alcorta y quien propuso crear la FAA. Fue asesinado en 1916.

Busto del escultor Erminio Blotta
Su primer presidente fue Antonio Noguera, en tanto que el abogado Francisco Netri, líder del Grito de Alcorta, fue quien inspiró su creación.

La FAA tiene como objeto defender los intereses de los pequeños y medianos productores agropecuarios de todo el país, a través de su participación en los diferentes temas que conforman la coyuntura del sector, frente a las acciones de los gobiernos, de empresas privadas y de otros sectores que atenten contra los derechos de aquellos. De acuerdo a su Estatuto, esta entidad se propone "asumir la representación de los intereses y aspiraciones quienes la integran, de todas partes del país, que tengan como fin el respeto por las personas y los superiores intereses de la nación". A tal efecto, dice la Carta fundacional, la FAA podrá efectuar la prestación de cualquier clase de servicios, inclusive mutuales, a sus entidades integrantes y a los socios de estas, en forma directa o por conducto de terceros; y asimismo, realizar actividades industriales, regionales y/o de intercambio cooperativo que tengan por objeto la defensa del productor agropecuario.

CONFEDERACION DE ASOCIACIONES RURALES DE BUENOS AIRES Y LA PAMPA

El 31 de julio de 1932 quedó constituida la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, tras una asamblea realizada en la ciudad de Nueve de Julio con la participación de diez Sociedades Rurales.
Listado de las Sociedades Rurales Fundadoras de CARBAP
Sociedad Rural de Ayacucho
Sociedad Rural de Mar del Plata
Sociedad Rural de Azul
Sociedad Rural de Nueva de Julio
Sociedad Rural de Balcarce
Sociedad Rural de Tandil
Sociedad Rural de Bolivar
Sociedad Rural de Trenque Lauquen
Sociedad Rural de Juarez
Sociedad Rural de Veinticinco de Mayo
El contexto en que fue creada es la crisis mundial del año 1930 , que repercutió profundamente en nuestro país, como consecuencia de la paralización de las transacciones internacionales, que afectó seriamente la colocación de los excedentes agropecuarios.
La entidad está formada por Sociedades Rurales que propenden e impulsan el desarrollo de la ganadería, agricultura, e industrias afines . Actualmente agrupa 114 asociaciones de base ubicadas en el territorio de las provincias de Buenos Aires y La Pampa , que nuclean a más de 34.000 productores de toda la Pampa Húmeda.
La filosofía que guía el accionar de nuestra institución es la de mantener un contacto directo y permanente con los productores a fin de consustanciarse con sus inquietudes y preocupaciones , dado que las decisiones en el movimiento rural confederado, siempre se toman sobre las bases de las necesidades y requerimientos de los mismos .
Desde su creación a la fecha, CARBAP ha desarrollado una vasta acción gremial , participando activamente de las reuniones y exposiciones que se realizan en su zona de influencia y también representando a los productores en las negociaciones con los Gobiernos de Buenos Aires y La Pampa en todo lo que haga al desarrollo de las explotaciones agropecuarias.
A nivel nacional, la institución está representada por la entidad de tercer grado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Conformación de CARBAP
Está compuesta por las asociaciones rurales de base , las que mantienen absoluta autonomía e independencia en su orden interno, directivo, técnico y administrativo y solo las declinan en todos los asuntos de carácter general resueltos en las Asambleas y Congresos Rurales , reconociendo a la Confederación como organismo máximo gremial.
Estructura interna de CARBAP
Consejo Directivo
Es el órgano rector de la institución . Es quien tiene a cargo la elaboración de las pautas políticas y de todas las resoluciones que crea convenientes para el logro de los fines que persigue la Confederación y delega la ejecución de las mismas en la Mesa Administrativa y Ejecutiva. Fuente: CARBAP

LAS REUNIONES ABIERTAS DE C.D. EN LA SOCIEDAD RURAL DE GENERAL LAVALLE

Hemos celebrado la comunicación recibida el mes proximo pasado y la hemos retransmitido -a raiz de ello fue publicada en el Diario Pionero-. Esta es una practica que -aparentemente- se ha reinstalado en forma permanente, luego de la Asamblea de agosto. No esta demás recordar que durante el 2008 hubo una sola reunión abierta, cuestión que causo cierta perplejidad ya que se rompio una tradición que se habia inaugurado desde el año 2002, ya que iba a contramano de
una politica -no lograda- que intentaba la participación de un número relevante de productores del Partido.

Sobre el punto puede mencionarse la escaza presencia de los mismos en la última asamblea, creo que se contaban con los dedos de una mano aquellos que no formaban parte del listado de candidatos a integrar la única lista que se presento a renovar la C.D., con serio compromiso de la legitimidad del acto ya que tratándose de una sociedad integrada por mas de 100 socios -con derecho a voto deben ser unos 400-, entendemos que el estatuto considera necesaria la presencia del 10% del padron.

Puede entenderse cierta resistencia, de una Comisión Directiva formalmente elegida para un determinado periodo, a la intervención en este caso de productores en determinadas cuestiones que podrían pretender presionar y/o imponer criterios diversos en cuanto a las politicas de administración.

Pese a ello esos pruritos, resquemores o miedos deben superarse en pos de una labor que debería entenderse como integradora, propiciadora de un debate libre y democrático, ajeno a sectarismos excluyentes, donde el productor frente a su autoridad institucional pueda dar sus puntos de vista y peticionar acciones tendientes a solucionar problemas colectivos.
Entendemos que el dirigente no debe aislarse y tratar de escuchar la mayor cantidad de voces, seán estas de su gusto o no, porque debe gobernar para todos y espejar usos y modos correctos, a diferencia de aquellos que generalmente criticamos en otros estamentos.

Finalmente, estamos persuadidos de la necesidad de generar la participación de los productores, no obstante los escollos que se opongan, pues en ella reside la fuerza institucional que permitirá una adecuada defensa de la ruralidad, que es un modo de vida y de ver la realidad. Pero para ello tal como lo establece nuestro estatuto que preve la representación de las distintas zonas productivas del partido, debe facilitarse la participación contemplando la forma de generar ámbitos posibles para aquellos que residen tanto en Madariaga como en otras ciudadades, seguramente esos productores tiene derecho a opinar y a ser oidos.
jrp

EL NACIMIENTO DE LA SRA

"Cultivar el suelo es servir a la patria"
La Sociedad Rural Argentina es parte de la historia económica y política de la Nación. Si bien su fundación recién se plasma en 1866, ya existían desde principios de 1860 intentos de los sectores vinculados a la explotación agraria, de organizar entidades que tratasen la problemática del campo. El conflictivo contexto político de la época (guerra con el Paraguay y guerra civil entre la Confederación y la Provincia de Buenos Aires) no fue un obstáculo para el empuje de algunos pioneros. Sus objetivos no expresaban solamente la defensa de sus propios intereses. Muy por el contrario, eran la manifestación de las imperiosas necesidades nacionales de lograr el desarrollo de una economía estancada, en un territorio lleno de recursos naturales.Aquellos visionarios como Eduardo Olivera, José Martinez de Hoz y otros auténticos forjadores de nuestro suelo, cristalizaron sus anhelos, el 10 de julio de 1866, con la fundación de la Sociedad Rural Argentina.
Plaza Italia, portones de Palermo - 1874
Hoy como ayer, la SRA sigue siendo fiel a sus ideas rectoras:"Artículo 1°- La Sociedad Rural Argentina, fundada en 1866, es una Asociación Civil que tiene los siguientes fines: velar por el patrimonio agropecuario del país y fomentar su desarrollo tanto en sus riquezas naturales, como en las incorporadas por el esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y la estabilidad del hombre en el campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus aspectos; coadyuvar al perfeccionamiento de las técnicas, los métodos y los procedimientos aplicables a las tareas rurales y al desarrollo y adelanto de las industrias complementarias y derivadas, y asumir la más eficaz defensa de los intereses agropecuarios".

SOCIOS FUNDADORES DE LA SOCIEDAD RURAL ARGENTINA.
José Martinez de Hoz

Eduardo Olivera

Lorenzo F. Aguero

Ramón Viton

Francisco B. Madero

Jorge Temperley

Ricardo B. Newton

Leonardo Pereyra

Mariano Casares

Jorge R. Stegman

Luis Amadeo

Claudio F. Stegman

Juan N. Fernandez
Fuente: SRA