viernes, 8 de agosto de 2014

Caminos, excesos de agua y otras contingencias a
 cargo de los Gobiernos Municipales
 Jose H. Rodriguez Ponte
Es de público y notorio conocimiento el estado de los caminos de tierra, producto de las continuas lluvias de este año NIÑO. Por supuesto que la circunstancia climatica a nadie cabe imputarla, salvo a Dios y en su caso.  No es menos cierto que en esta epoca del año resulta imposible reparar los caminos, dado que remover la tierra en temporada de lluvias, solo agrava el problema. Solo cabe esperar que los dias de viento y sol, sequen las profundas y desparejas huellas.
Pareceria que la primavera y el verano con sus dias largos y soleados son los mas adecuados para elevar el nivel de los caminos, reparar o reformular sus trazas, colocar alcantarillas o tubos en las cortadas que dejo el invierno, reparar los guardaganados y toda otra labor que torne posible la transitabilidad el invierno que viene. Ahora no hay nada que reclamarle a la Comuna.
Si resultaria interesante planificar obras para su realización en epocas mas propicias y en aquel momento, efectivizarlas realmente, provisionando ahora los fondos necesarios para afrontarlas luego. Especializando al personal encargado de las obras en la tecnica y arte de manejo de la maquinaria y en la metodologia eficiente de elevamiento e inclinación que deben tener los caminos de tierra, para que se eviten las tan criticadas "raspadas", que terminan creando un cauce a la postre mas bajo que las banquinas.
Para tal finalidad el sentido comun indicaria que aquellos que manejan el timon municipal, deberian tener noción del estado de situación, tomando contacto efectivo con el problema y su magnitud, para ello nada mejor que transitar esas deterioradas vias  de comunicación, que muchas de ellas hoy son recorridas "a caballo", por los esforzados trabajadores rurales, porque no pasan ni las 4x4.
En muchas oportunidades he transmitido verbalmente un mensaje que no deja de ser doloroso en el siglo XXI, los mas afectados por la falta de modernización del sector rural son los trabajadores, porque los patrones entran a los campos si quieren y cuando pueden. En cambio el trabajador debe ir a recorrer y cumplida su jornada laboral volver con su familia o al pueblo, si puede. 
En la actualidad la familia rural necesita: caminos adecuados para trasladarse en casos de enfermedad, estudio, escolaridad y esparcimiento;  electrificación rural, para que la familia rural goce de los mismos beneficios que otorga la civilización en la vida urbana y permita un arraigo digno. 
Todo ello debería irse realizando en un marco de razonable previsibilidad para el sector, esperando que en el 2015 se aquieten los rencores en un contexto donde la producción rural  y los pobladores de ese ámbito territorial sean medianamente retribuidos por sus aportes de las tasas con especifico destino y a la economia nacional en el redito de los saldos exportables y la canasta alimentaria de los argentinos.