martes, 23 de junio de 2009

El Rabdomante - Roberto Paoloni Buscador de esperanzas

En su recorrida por la Argentina, LAS BASES tuvo la oportunidad de conocer a Roberto Paoloni, productor santafecino conocido por el arte de identificar dónde hay agua dulce subterránea con una rama de laurel.
Durante 2008 la sequía se ensañó con diferentes regiones productivas pero particularmente se hizo sentir en el norte de Santa Fe en los últimos años. Los productores pusieron todo su ingenio para intentar encontrar la fuente de vida salvadora para sus animales y cosechas. Al tiempo que veían morir su ganado o secar sus plantaciones, se pedían turnos para que un equipo de geólogos estudie la posibilidad de realizar pozos en distintos puntos de sus terrenos con el objetivo de instalar bombas de extracción de agua, y así abastecer de agua a una casa, un predio o un regadío. Los conocedores del “don de buscar agua” que posee Roberto Paoloni, recurren a él para que los aconseje en dónde realizar las excavaciones, oneroso trabajo por tener las napas a muchos metros de profundidad. Hijo de inmigrantes italianos que trabajaron los campos de la zona hasta que pudieron adquirir su propio terreno, “el Radomante” posee en la actualidad un establecimiento agrícolaganadero y una carnicería en Tostado. En tiempos de seca su tiempo se divide entre las actividades agropecuarias y la recorrida por los campos en busca de una solución que alivie la cruda realidad, al menos hasta que vuelva a llover convenientemente en la región. De chico acompañaba a un señor por los terrenos, que ayudaba a buscar agua potable. Recuerda Roberto que “me miró y me dijo: ‘Fijate, a ver si vos también lo hacés’, y me dio una horquetita que empezaba a vibrar donde marcaba que había agua”. Todo comenzó en ese momento, aunque reconoce el radomante que no fue sencillo porque para tener éxito se necesita práctica y conocimiento. “He buscado en mil lugares. Ahora es más fácil porque le agarré la mano y cuando hay una veta la horqueta se dobla para abajo”. Y agrega: “Al ejercitarme tanto, estoy confiado de lo que hago –afirma Roberto–, hay gente que busca pero... yo conozco el lugar”. Muchas veces trabaja con los geólogos y dice que tiene un 80% de efectividad. Impactados por la historia y por su función arraigada en la cultura popular, este hombre que dice poseer el don, nada más ni nada menos, de encontrar el lugar por donde pasa el agua subterránea, nos invita a demostrar cómo funciona la técnica.
El procedimiento
Con sólo una rama en forma de horqueta Roberto Paoloni se para en un lugar determinado y siente el vibrar de la varita en sus manos. “Cuando tira para abajo es porque hay agua”, confiado, afirma el buscador. Y sentencia: “La de laurel es la mejor, he probado de todos os árboles, pero las otras se quiebran”. Sin embargo, como todo tiene una explicación, Roberto aclara que trata de encontrar las vetas que en esta zona corren de sureste a suroeste. “Yo las cruzo, y donde me marca le busco el centro, algunas son anchas de 100 metros, otras se angostan”. Los tiempos cambian y la zona no es la que era décadas atrás. “En Tostado, –en el departamento de 9 de julio– como antes llovía mucho, estábamos inundados. Entonces no ejercía mi profesión, pero hace 15 años que me llaman de todos lados: de Rufo, Ceres, Chaco y también de Catamarca”. Además de aconsejar a los chacareros, en zonas donde no hay cloacas y una red de agua potable colabora con los vecinos para investigar dónde es conveniente poner una bomba. “Se hizo un barrio con cien casitas nuevas y todos me decían: no tengo agua, ¿por qué no me venís a buscar para colocar una bombeadora? Anteriormente, los productores más viejos y los rabdomantes eran los que aconsejaban, conocían los pozos viejos y la vegetación que crecía cerca del agua buena, la que servía para la hacienda. Ahora, el desastre ambiental y las posibilidades técnicas existentes exigen la presencia de geólogos que orienten a los productores acerca de dónde realizar las excavaciones principalmente para obtener agua para la hacienda o para molinos. Algunos son leyendas, otros siguen trabajando con las horquetas y su instinto que en oportunidades se complementa con el saber profesional de un geólogo. El agua es vida, desarrollo y esperanza; ante la tierra seca, agrietada y la mortandad de animales, ¿por qué descartar cualquier indicador de la presencia de agua? Es por ello que Paoloni continúa por los campos con su don como buscador de esperanzas.
Radiestesia
Es un término creado en 1920 por el abad francés Bouly, se deriva del latín “radius” (rayo) y del griego “Aisthesis” (sensación). El radiestesista es aquel sujeto capaz de percibir, por medio de distintos elementos como un péndulo o una vara, las vibraciones de estímulos y las radiaciones emitidas por las cosas, personas, animales o terrenos.
Si te digo carnaval…
En Frías, el consuegro de Paoloni compró un campo de 4.000 hectáreas, pero no tenía agua. No podía tener más de 100 vacas. Llevó geólogos, pero luego de varias perforaciones el agua no aparecía. Cansado, consideró la posibilidad de vender el campo; cada perforación, a 100 metros, le había salido 15.000 pesos. “Fui donde habían echo las perforaciones, a mí no me marcaba nada. En otro lugar, donde había todo piedra sentía que estaba el agua”, recuerda. Preocupado, el dueño del campo sostuvo: “Me vas a hacer gastar… donde hay piedra es más caro”. Y continúa: “El que perforaba a los 70 metros dijo, ‘Acá hay algo raro porque sale caracol’. A los 100 metros se cayó la perforadora para abajo, dimos con un río muerto, el agua subió a 70 metros y se solucionó el problema... a 100 metros estaba la veta de donde habían perforado antes”. Fuente: Las Bases - mayo 2009

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