domingo, 28 de agosto de 2011

TEMAS QUE DEBERÌAN INTERESAR La necesaria alternancia en el poder

En la historia abundan los ejemplos trágicos de regímenes que intentaron perpetuar en el tiempo su autoritarismo
Lunes 26 de octubre de 2009
Se ha dicho muchísimas veces que la alternancia periódica de los diferentes partidos o sectores políticos en el ejercicio del poder es uno de los componentes fundamentales de cualquier sistema de gobierno de auténtica filiación democrática. No obstante, en numerosos países (la Argentina, entre ellos) se sigue creyendo, erróneamente, que los países pueden vivir de espaldas a ese principio insoslayable.
La experiencia histórica mundial ha demostrado con absoluta claridad que el único camino para asegurar el desarrollo, la estabilidad y la supervivencia de un sistema político-institucional es el que asegura la existencia de dos o más fuerzas partidarias de signo diferente que sean capaces de alternarse en el ejercicio del gobierno y que compartan de manera natural los proyectos y objetivos estratégicos de largo plazo propios de la comunidad nacional a la que pertenecen. Esa alternancia -hay que tenerlo en cuenta- sólo estará realmente garantizada en aquellas sociedades que la hayan asumido como un rasgo natural de su cultura ciudadana o política.
En la tradición de la vida pública hispa-noamericana, tan identificada con el deprimente fenómeno del caudillismo personalista, sigue siendo difícil la convivencia entre fuerzas políticas adversas o diferentes que sepan construir y desarrollar, sin embargo, un auténtico sistema de rotación en el ejercicio del poder. En las naciones de raíz anglosajona, en cambio, como nadie ignora, los sistemas bipartidarios que se basan en un ejercicio rotativo del poder han sido consagrados por una firme tradición cultural, en la mayoría de los casos con resultados altamente fecundos.
La mejor enseñanza, en ese sentido, ha sido sin duda la que nos legó en el siglo XX la Europa de posguerra, que en los años posteriores a 1945 encontró el camino hacia su completa reconstrucción política y espiritual merced al pensamiento luminoso y a la conducción visionaria de un puñado de líderes y predicadores incansables de la convivencia y la alternancia política, como fueron, entre otros, Konrad Adenauer, Alcide De Gasperi y Robert Schuman.
Sobran los ejemplos demostrativos del destino trágico que la historia les reservó, en cambio, a los regímenes que intentaron perpetuar en el tiempo su estilo autoritario o su identificación con las funestas concepciones del pensamiento único y del absolutismo doctrinario.
Estas reflexiones pueden parecer excesivamente abstractas e irremisiblemente teóricas, pero si observamos las concretas experiencias políticas que el mundo nos ha permitido conocer a lo largo de las últimas décadas, no resultará seguramente ocioso un análisis que tome en cuenta las diferentes opciones que se abren para los pueblos de América latina en función de una lectura atenta de sus comportamientos históricos y sus evoluciones culturales.
En momentos en que nuestro país padece las consecuencias de una gestión de gobierno comprometida con un propósito obstinado y solitario de perpetuación en el poder, no está de más que formulemos en la Argentina un enérgico llamado al desarrollo de un diálogo interpartidario que aliente las hipótesis más positivas y generosas de alternancia en el poder.
Las últimas elecciones de renovación parlamentaria dejaron trasuntar un implícito mensaje de la ciudadanía en favor de concepciones y acuerdos tendientes a superar el aislamiento y la soledad de las principales fuerzas del espectro político nacional.
Todavía están a tiempo el oficialismo y la oposición de construir un escenario en el que los argentinos nos descubramos a nosotros mismos como los protagonistas y forjadores de un futuro abierto a la esperanza y a ideales compartidos. Es decir, abierto a un destino en el que la vocación de diálogo y el pluralismo democrático sean más fuertes que el egoísmo y la avaricia que genera el poder.
http://www.lanacion.com.ar/1190512-la-necesaria-alternancia-en-el-poder

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