Formación laboral rural para fomentar arraigo
La Rural de Olavarría instrumenta un programa de capacitación para ofrecer herramientas que le permitan a lagente de campo seguir trabajando en su comunidad. Una experiencia para replicar en otras zonas. Autor: Sandra Capocchi
En el año 2008, la Sociedad Rural de Olavarría propuso a Lilian Sánchez y Guillermina Domínguez, dos mujeres que dedicaron su vida a la experiencia educativa, planificar una propuesta de capacitación con el objetivo de brindar a los jóvenes de las comunidades rurales herramientas para su desarrollo en el ambiente donde viven y trabajan. Con amplia trayectoria en la docencia, al haber desempeñado tareas en los diferentes niveles educativos ocuparon los puestos de maestras, directoras e inspectoras en escuelas de la región), aceptaron el desafío y se propusieron llevarlo a cabo impulsadas además por el hecho de ser productoras agropecuarias y vivir en el campo. Retiradas de la actividad, la convocatoria las entusiasmó.
Para Lilian fue "una oportunidad para armar un programa de capacitación rural, desarrollado en el lugar donde las personas viven y trabajan, promoviendo el arraigo y el sentido de pertenencia al mismo”. Una inquietud que tenían hace tiempo. Guillermina explica que, desde un comienzo, el objetivo fue “brindar oportunidades laborales en los jóvenes del ámbito rural, de modo que se fortalezca el arraigo, y evitar el éxodo constante a las ciudades por la falta de oportunidades que tienen donde viven con su familia”. La propuesta tiende a favorecer la adquisición de competencias para responder a los cambios y demandas de los nuevos sistemas de producción agropecuaria. La idea es presentar otra alternativa para la mayoría de los alumnos que finalizan el sistema educativo formal y no continúan estudiando. “Conocedoras no sólo por pertenecer al sector rural, sino por nuestra actividad como docentes, veíamos que había un núcleo de gente que quedaba desfavorecido respecto a la capacitación, viendo difícil su ingreso al ámbito laboral, dado que hoy el agro exige diferentes competencias a aquellos que pretenden crecer dentro de este sistema. Es por ello que necesitaban una preparación laboral y hacia eso apunta nuestro trabajo”, aclaró Lilian.
Los primeros Pasos
Inicialmente se hicieron reuniones con las familias rurales para conocer las necesidades y las expectativas. Se realizó un relevamiento a cargo de una docente de Ciencias Sociales con el fin de efectuar un análisis estadístico de las demandas de capacitación. A partir de los resultados obtenidos se definieron las asignaturas orientadas a la producción agrícola ganadera. Al proyecto se sumaron el ingeniero agrónomo Javier Freddi y el médico veterinario Oscar Sánchez, profesores de la Facultad de Agronomía ubicada en Azul. El proyecto también recibió apoyo de la Facultad de agronomía del Centro de Buenos Aires (Unicem), la Fundación Sanidad Ganadera de Olavarría (Funaga), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y la referente en remates Colombo y Magliaro, entre otros. Este año fueron incorporados en el Programa Semilleros del futuro, de la empresa Monsanto. El programa formativo apunta a la adquisición de competencias básicas que permitan al alumno obtener aptitudes para trabajar en empresas agropecuarias de producciones mixtas en la región. La capacitación, con la base de un programa anual, consiste en encuentros de materias teóricas y prácticas con trabajo de campo, orientadas principalmente a la ganadería por ser la actividad más demandante de mano de obra. Se brindan consideraciones sobre el manejo del rodeo, el destete, alimentación del ternero, el cuidado del suelo y la suplementación. Van jóvenes y personas mayores que ya están trabajando. “Lo que nos llamó la atención es que no sólo vienen hombres, sino también mujeres”, resaltó Guillermina. Fuente: http://lasbases.com/Las%20Bases%2022.pdf
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