miércoles, 25 de febrero de 2015

La dirigencia del 2025

Por Carlos Vila Moret (h.) 

Para LA NACION

Sábado 22 de mayo de 2010
La comunicación, una herramienta clave para la dirigencia 
Un dirigente es la persona que siente la responsabilidad de conducir a un grupo humano, tiene la vocación para hacerlo, la fe que podrá y la capacidad para realizarlo de una forma eficaz y eficiente. Son naturalmente líderes que dirigen, que señalan el camino, que tienen visión y el carisma, y por lo tanto logran que las personas los sigan.
Esto lo hace en un país próximo a cumplir doscientos años, donde el campo fue siempre protagonista, no sólo acompañando, sino siendo impulsor del crecimiento sustentable y sostenido, de nuestra Patria. Lo que hoy nos preguntamos, es ¿qué hicimos mal para que hoy estemos reflexionando acerca de por qué la sociedad no siempre se sensibiliza con los problemas del sector y no tiene el sano orgullo de ser parte de un país agro exportador, altamente competitivo?
La respuesta tal vez sea que no comunicamos o lo hacemos pero lo hacemos mal, o quizás, nos entretuvimos en el reclamo sectorial (absolutamente genuino), en vez de analizar las consecuencias desde el punto de vista social. Deberíamos medir más el impacto que siempre tienen sobre los consumidores los desaciertos en materia de políticas impulsadas desde el gobierno nacional o explicar que la inexistencia de políticas de Estado que estimulen la inversión, a través de otorgar certidumbre y previsibilidad a las empresas rurales, no permiten sustentar el crecimiento.
Habrá que ir en busca del eslabón perdido, el último y más importante eslabón de la cadena que es sin duda es el consumidor, y generar el gran cambio.
No podemos seguir corriendo detrás de los acontecimientos, debemos impulsar un cambio que ya empezó. Nos convertimos en protagonistas acercándonos al Congreso para colaborar en el diseño de las políticas necesarias para el desarrollo del sector sobre el cual se basa, nada más ni menos, que el crecimiento sostenido y sustentable de nuestra argentina como un país agroexportador competitivo y confiable.
El desafío indudablemente es grande, y consiste en cómo generamos en la sociedad el orgullo de formar parte de un país que produce alimentos para más de 300 millones de habitantes, que tiene la mejor carne del mundo y que más granos produce por habitante, cerca de dos toneladas por persona.
Discutir en nuestro país por tener una mayor seguridad alimenticia, cuando el sector agropecuario es el más competitivo del mundo y cuando históricamente nos autoabastecemos en todos los productos básicos alimenticios, es, por lo menos, descabellado. Esto no quiere decir que no exista hambre y que un porcentaje de nuestra gente necesite alimentarse más y mejor, pero lo que falla no es la disponibilidad de alimentos, sino la supuesta distribución de "riqueza", que le resta a los que tienen, para quedarse en las arcas del Estado.
En 2025 me imagino una Argentina grande, como proveedora estratégica de alimentos y energía renovable. Sólo se requiere de una política de Estado que impulse la inversión y devuelva la confianza a los empresarios. Las oportunidades que se nos presentarán no son pocas y no podemos darnos el lujo de no aprovecharlas. Muchos países tuvieron esa visión y hoy son importantes jugadores del mercado internacional.
Como decía un especialista reconocido mundialmente, la ventaja competitiva de las naciones no surge de los recursos naturales o del tipo de cambio, sino que se genera con el espíritu innovador de su gente, y los argentinos somos muy innovadores, por eso los dirigentes debemos liderar esa innovación hacia el consenso de un crecimiento sostenido y sustentable con equidad, brindando a toda la población la oportunidad de mejorar su calidad de vida y sentirse orgulloso de ser parte.

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