miércoles, 20 de noviembre de 2013

Soberanía alimentaria

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La soberanía alimentaria es un concepto que fue introducido con mayor relevancia en 1996 por Vía Campesina en Roma, con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Se entiende como la facultad de cada Estado para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado internacional, y contra la práctica del dumping (venta por debajo de los costos de producción).
Este nuevo concepto, constituye una ruptura con relación a la organización actual de los mercados agrícolas puesta en práctica por la OMC. En contraste a la seguridad alimentaria definida por la FAO, que se centra en la disponibilidad de alimentos, la soberanía alimentaria incide también en la importancia del modo de producción de los alimentos y su origen. Resalta la relación que tiene la importación de alimentos baratos en el debilitamiento de producción y población agraria locales.

Historia [editar]

La sociedad civil fue llamada a contribuir a la Cumbre Mundial de la Alimentación en un foro paralelo, el Foro Mundial por la Seguridad Alimentaria, durante el cual la Via Campesina lanzó este principio de la Soberanía Alimentaria. El Plan de Acción del Foro de Roma de 1996 – Alimentos para Todos, No Beneficios para unos Pocos - ya hizo hincapié en el papel crucial que la sociedad civil podía y debía jugar para implementar los compromisos de los gobiernos firmatarios de la declaración de la Cumbre Mundial de la Alimentación. Posteriormente tres eventos mundiales reunieron a los movimientos sociales y la sociedad civil en su conjunto para avanzar en el concepto de Soberanía Alimentaria: Agosto de 2001, el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria de la Habana; junio de 2002, el Foro de ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria de Roma, paralelo a la Cumbre Mundial de la Alimentación: cinco años después (CMA:cad); febrero de 2007, Nyéléni 2007 – Foro Internacional sobre Soberanía Alimentaria, Sélingué, Mali.
La definición que este principio obtuvo en el Foro del 2002 de Roma fue: “La soberanía alimentaria es el DERECHO de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pesqueras, alimentarias y de tierra que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a producir los alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una alimentación sana, nutritiva y culturalmente apropiada, y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades.”

Políticas [editar]

Los partidarios del concepto de soberanía alimentaria plantean un marco para la gobernanza de las políticas agrícolas y alimentarias que incorpora una amplia serie de temas, tales como la reforma agraria, el control del territorio, los mercados locales, la biodiversidad, la autonomía, la cooperación, la deuda, la salud, y otros relacionados con la capacidad de producir alimentos localmente.
Abarca políticas referidas no sólo a localizar el control de la producción y de los mercados, sino también a promover el Derecho a la alimentación, el acceso y el control de los pueblos a la tierra, agua, y recursos genéticos, y a la promoción de un uso ambientalmente sostenible de la producción.http://es.wikipedia.org/wiki/Soberan%C3%ADa_alimentaria
Soberanía alimentariaPor Alfredo Zaiat
 El campo es una bienvenida fiesta que brinda una imprescindible base de sustentación para cualquier proyecto de desarrollo en un país con las características de Argentina. Las señales de precio de esa bonanza son evidentes: los precios en dólares del maíz, girasol, trigo y soja han registrado un recorrido alcista hasta marcar picos históricos. Las cosechas y rindes han registrado máximos. Este boom viene acompañado de producción récord de maquinaria agrícola, fertilizantes y agroquímicos. Este favorable cuadro económico se tradujo en un alza pronunciada del valor de los campos, generando lo que se denomina efecto riqueza positivo de los dueños de la tierra. Y el contexto internacional ofrece una perspectiva muy alentadora para suponer que el actual ciclo se prolongará durante varios años más. Frente a ese escenario, uno de los impactos más relevantes en la economía mundial ha sido el alza de los precios de los alimentos. Incluso algunos analistas empezaron a especular con que esos precios se duplicarán en pocos años. 
Ante esa perspectiva se plantea una cuestión clave para los gobiernos: cuál es la política para asegurar la soberanía alimentaria. Se trata de una cuestión con escaso debate público, reservado por ahora a ámbitos académicos. A nivel masivo sólo se ha expuesto la paradoja de que un país como Argentina, que produce alimentos para más de 300 millones de personas, un importante porcentaje de sus 40 millones de habitantes no puedan alimentarse adecuadamente. Pero ahora la discusión es más amplia, por caso, debido a que se ha puesto en controversia una función milenaria del campo como fuente para producir alimentos para las personas, para pasar a ser proveedora para elaborar biocombustibles. 
Por ejemplo, la explosiva demanda de maíz por parte de Estados Unidos, primer productor y exportador mundial, para la producción de etanol como combustible gatilló una disparada del precio de esos granos. Así, por ejemplo, se colocó a México, uno de los principales consumidores de maíz, grano base de la alimentación de su población, en una situación de vulnerabilidad e inseguridad alimentaria. Se plantea, entonces, la opción entre el derecho a la alimentación y la ampliación de la actividad agrícola como proveedora de materias primas para elaborar combustibles.
La búsqueda de fuentes de energía alternativas y, a la vez, las transformaciones de pautas de consumo a nivel mundial, en especial en Asia, donde se van incorporando millones de personas al mercado de alimentos, provoca una fuerte alteración de un mercado sensible: la accesibilidad de los alimentos, por precio, calidad y cantidad, para la mayor parte de la población. Lo que se define como soberanía alimentaria.
Esos cambios estructurales, que generan un complejo y fascinante fenómeno a nivel mundial, tienen su traducción en lo que ahora se ha convertido en un término de moda: agflation, la combinación de agricultura e inflación. Consiste en un aumento en el precio de los alimentos que se produce como resultado de un incremento de la demanda de consumo humano y su uso como una alternativa en materia de recursos energéticos. En casi todos los países la agflation está produciendo manifestaciones de protesta. Aquí fue el boicot al tomate; en México la rebelión fue por el alza de la tortilla de maíz. Lo que se pone en cuestión con la agflation es lo que se conoce como soberanía alimentaria.
En Argentina, ese fenómeno se despliega en un contexto de incremento de la demanda por la mejora del ingreso medio de la población, de crecimiento de las exportaciones alentadas por los atractivos precios internacionales y por el elevado tipo de cambio. Ante esa situación, el gobierno apeló a casi todas las herramientas disponibles en el manual básico de intervención: 
1. Subsidios mediante un mecanismo de compensaciones en la cadena del trigo (harina-pan) y del maíz (ganado vacuno y porcino), entre las más importantes.
2. Retenciones a las exportaciones para evitar que los elevados precios internacionales se trasladen a los locales.
3. Mecanismos para facilitar la importación, en el caso de la papa.
4. Restricciones a las exportaciones de trigo y carne para asegurar el abastecimiento interno.
5. Fijación de precios de referencia de venta al público en los principales cortes de carne y frutas y verduras.
6. Acuerdos de precios con las cadenas de comercialización y principales productores de alimentos.
7. Intervención en mercados concentradores, el de Hacienda y el Central.
8. Boicot de compra, en el caso del tomate.
Esas medidas tuvieron resultados dispares en cuanto a su efectividad, en un contexto donde los países van buscando mecanismos para enfrentar el aumento del precio de los alimentos. Caminos que se van explorando en un mundo que está caminando por un sendero desconocido como el de convivir con alimentos caros durante un prolongado período. Fuente: http://www.itf.org.ar/actualidad_3.asp
Qué es la soberanía alimentaria
13-02-04 Por Vía Campesina
¿Qué significa soberanía alimentaria ? La soberanía alimentaria es el DERECHO de los pueblos, de sus Países o Uniones de Estados a definir su política agraria y alimentaria, sin dumping frente a países terceros. El derecho de los campesinos a producir alimentos y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y, como y quien se lo produce.
La soberanía alimentaria incluye:
Priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población, el acceso de los/as campesinos/as y de los sin tierra a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito. De ahí la necesidad de reformas agrarias, de la lucha contra los OGM (Organismos Genéticamente modificados), para el libre acceso a las semillas, y de mantener el agua en su calidad de bien público que se reparta de una forma sostenible.
El derecho de los campesinos a producir alimentos y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y, como y quien se lo produce.
El derecho de los Países a protegerse de las importaciones agrícolas y alimentarias demasiado baratas. Unos precios agrícolas ligados a los costes de producción: es posible siempre que los Países o las Uniones tengan el derecho de gravar con impuestos las importaciones demasiado baratas, que se comprometan a favor de una producción campesina sostenible y que controlen la producción en el mercado interior para evitar unos excedentes estructurales. la participación de los pueblos en la definición de política agraria.
El reconocimiento de los derechos de las campesinas que desempeñan un papel esencial en la producción agrícola y en la alimentación.
¿De dónde procede el concepto de soberanía alimentaria? El concepto de soberanía alimentaria fue desarrollado por Vía Campesina y llevado al debate público con ocasión de la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996, y ofrece una alternativa a las políticas neoliberales. Desde entonces, dicho concepto se ha convertido en un tema mayor del debate agrario internacional, inclusive en el seno de las instancias de las Naciones Unidas. Fue el tema principal del foro ONG paralelo a la cumbre mundial de la alimentación de la FAO de junio del 2002.
Las políticas neoliberales destruyen la soberanía alimentaria Las políticas neoliberales priorizan el comercio internacional, y no la alimentación de los pueblos. No han contribuído en absoluto en la erradicación del hambre en el mundo. Al contrario, han incrementado la dependencia de los pueblos de las importaciones agrícolas, y han reforzado la industrialización de la agricultura, peligrando así el patrimonio genético, cultural y medioambiental de la planeta, así como nuestra salud. Han empujado a centenas de millones de campesinos(as) a abandonar sus prácticas agrícolas tradicionales, al éxodo rural o a la emigración.
Instituciones internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional), el Banco Mundial y la OMC (Organización Mundial del Comercio) han aplicado estas políticas dictadas por los intereses de las empresas transnacionales y de las grandes potencias. Unos acuerdos internacionales (OMC), regionales (Acuerdo de Libre Comercio para las Amercias-ALCA) o bilaterales de "libre"cambio de productos agrícolas permiten a dichas empresas controlar el mercado globalizado de la alimentación. La OMC es una institución totalmente inadecuada para tratar los temas relativos a la alimentación y a la agricultura por lo tanto Via Campesina quiere la OMC fuera de la agricultura. La plaga de las importaciones a bajos precios : el dumping destruye la producción alimentaria En el mundo entero, importaciones agrícolas a precios bajos destruyen la economía agrícola local; es el caso de la leche europea importada a la India, del cerdo norteamericano al Caribe, de la carne y de los cereales de la UE a Africa, de animales a Europa, etc.. Estos productos se exportan a pecios bajos gracias a prácticas de dumping. A petición de los Estados Unidos y de la Unión Europea, la OMC ratificó una nueva práctica de dumping que sustituye las ayudas a la exportación por una fuerte baja de sus precios agrícolas, combinada con unos pagos directos abonados por el Estado. Para conseguir la soberanía alimentaria, es imprescindible parar el Dumping !
La soberanía alimentaria incluye un comercio internacional justo. La Soberanía Alimentaria no está en contra de los intercambios, sino de la prioridad dada a las exportaciones: permite garantizar a los pueblos la seguridad alimentaria, a la vez que intercambian con otras regiones unas producciones específicas que constituyen la diversidad de nuestro planeta. Hace falta, bajo la égide de las Naciones Unidas, dotar estos intercambios de un nuevo marco que :
  • Priorice la producción local, regional frente a la exportación.
  • Autorice a los Países/Uniones a protegerse contra las importaciones a precios demasiado bajos.
  • Permita unas ayudas públicas a los campesinos, siempre que no sirvan directa o indirectamente a exportar a precios bajos.
  • Garantice la estabilidad de los precios agrícolas a escala internacional mediante unos acuerdos internacionales de control de la producción.
El acceso a los mercados internacionales no es una solución para los campesinos. El problema de los campesinos es antes que nada, la falta de acceso a sus propios mercados locales por unos precios demasiado bajos para sus productos y el dumping a través de la importación que deben enfrentar. El acceso a los mercados internacionales afecta sólo el 10% de la producción mundial ; está controlada por unas empresas transnacionales y por los mas grandes empresas agro-industriales. El ejemplos de los productos tropicales (café, plátanos ....) lo ilustra claramente: benefician un acceso casi libre a los países del Norte y a pesar de eso los campesinos/as del Sur no pueden mejorar su situación.
Las políticas agrícolas deben apoyar una agricultura campesina sostenible en el Norte y en el Sur. Para poner en marcha la soberanía alimentaria, países del Norte y del Sur deben poder apoyar a su agricultura para garantizar el derecho a la alimentación de sus populaciones, preservar el medio ambiente, desarrollar una agricultura sostenible y protegerse contra el dumping. Deben también ser capaz apoyar su agricultura para cumplir otros intereses públicos que pueden ser diferente en función de los países y sus tradiciones culturales. Pero en la actualidad, los Estados Unidos y la Unión Europea en particular abusan ayudas públicas para reducir sus precios en los mercados internos y para practicar el dumping con sus excedentes en los mercados internacionales, destruyendo la agricultura campesina tanto en el Norte como el Sur.
Son imprescindibles unas alianzas Desde varios años Vía Campesina ha desempeñado un papel motor en el desarrollo de redes internacionales que agrupan movimientos sociales, medioambientales, ONGs de desarrollo, consumidores. De Seattle a Génova y a Porto Alegre, estas redes amplían propuestas y estrategias fundamentales para que cesen las políticas neoliberales y para desarrollar unas políticas solidarias.
¿Qué debemos hacer en concreto ? Entrar en contacto con las organizaciones miembros de Vía Campesina para apoyar iniciativas y acciones locales, nacionales como la ocupación de tierras, iniciativas de producción campesina sostenible, la defensa de las semillas locales, acciones contra los OGMs y el dumping, etc. También es importante llevar este debate a vuestras organizaciones, gobiernos y parlamentos.

Escuela de Mánchester

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La Escuela de Mánchester -también manchesterismoliberalismo manchesteriano o capitalismo manchesterianofue unaescuela económica y movimiento social y político librecambista y antiimperialista con origen en la ciudad británica deMánchester. Estaba ligada a la Cámara de Comercio de Manchester sobre todo durante el período 1825-1845, y encabezada por Richard Cobden y John Bright.
Agrupó a un conjunto de economistascomerciantes e industriales locales partidarios del librecambio radical y que rechazaban todo tipo de restricción al principio del laissez-faire y a la voluntariedad de la acción humana, tanto en el aspecto económico como en el social. Desencadenó una lucha contra las teorías mercantilistas argumentando que se debía dejar el mundo económico en manos de sus propias leyes naturales.

Fundamentos [

El manchesterianismo fue fundado sobre los escritos de David HumeAdam Smith y Jean-Baptiste Say. Los miembros de la escuela de Manchester no eran teóricos. Los argumentos que esgrimieron en contra del imperialismo -y en general en favor del liberalismo- los obtuvieron todos de la economía clásica, en particular de Smith, como ya se ha dicho, y del utilitarismo benthamita. Sin embargo los free traders manchesterianos tenían aportaciones originales ya que eran más antiimperialistas que los utilitaristas y más cosmopolitas que los economistas clásicos.

Si bien defendieron los principios de la libertad individual contra toda interferencia gubernamental, no por ello dejaron de lado las consideraciones humanitarias, pues aceptaron las regulaciones británicas que se iban promulgando para limitar y controlar el trabajo infantil en las fábricas. De hecho el movimiento surge no sólo en apoyo a los industriales sino también en relación a los obreros de las fábricas de la ciudad de Mánchester, empobrecidos por el mercantilismo económico y sus leyes, pues los productores y propietarios de tierras ingleses asignaban precios arbitrarios a sus productos al carecer de competencia y además obligaban por medio del sistema legal a sus trabajadores a comprar sólo en sus almacenes.

Origen

La Escuela de Manchester surge de la mano de la la Liga de Manchester convocada por siete relevantes personalidades de la industria en octubre de 1838, comercio, armas e intelectualidad británicas, resolvieron en la reunión mantenida en el recinto de la Cámara de Comercio de Mánchester, integrar un movimiento por la derogación de las barreras que impedían introducir libremente granos a Gran Bretaña.

Richard Cobden, estampador de algodón, y John Bright, molinero; empresarios cuáqueros, éstos, llegaron a la conclusión que las ventajas inmediatas y fáciles pero no sostenibles, resultado del cercenamiento de la competencia, se han convertido en el reemplazo de la seguridad a largo plazo y del derecho a disponer en el futuro de los propios bienes y en definitiva la libertad toda.
La idea de formar la Liga, según el testimonio de unos de sus oradores, Mr. Brotherton, surgió en las reuniones que realizaban los humildes tejedores de Mánchester, rebelados contra un sistema que los obligaba a vestirse y alimentarse exclusivamente de la mano de sus propios patrones, viéndola como una grave restricción a la libertad de elegir. Los ingleses eran saqueados por las leyes mercantilistas del maíz, que aplicaban aranceles estrictos sobre la importación de granos. Aumentando los precios de la comida, las leyes beneficiaban a los hacendados que apoyaban al gobierno a expensas de los consumidores, especialmente los pobres, ya que al reducir la competencia trepaban los precios en favor de los propietarios enriqueciéndolos más a medida que la población se incrementaba.

Liga Anti-Ley de Granos Artículo principal: Liga Anti-Ley de Granos

La Liga Anti-Ley de Granos (Anti-Corn Law League) fue una organización británica fundada en 1839 consagrada a combatir las Leyes de Granos de Inglaterra, que son las regulaciones que controlan la importación y exportación desemillas en ese país.
El rechazo del manchesterianismo a la participación del Estado en la dirección de la economía se constituyó en esta organización, principal instrumento político del manchesterianismo, la cual se opuso abiertamente al proteccionismo agrario.

Antiimperialismo y antimilitarismo

El librecambismo manchesteriano estuvo fuertemente ligado al pacifismo internacional y se opuso al intervencionismo y la políticacolonialista del Imperio Británico. Los manchesterianos apoyaban la expansión del comercio mundial pero rechazaban los métodos victorianos, las campañas militares y la anexión de territorios, en cambio favorecían las relaciones consensuadas y pacíficas entre los pueblos. Su influencia abarca desde sectores liberales radicales hasta anarquistas y el movimiento pacifista.

Según Richard Cobden el comercio libre sería la base de unas relaciones internacionales pacíficas; dicho comercio debía basarse en el principio competitivo de que cada mercancía fuera suministrada a los mercados por el productor más eficiente. Cobden considera que el libre comercio era un principio al servicio de otro moralmente mayor: la promoción de la paz en la tierra y el bienestar entre los hombres.

Nombre

En marzo de 1848 Benjamin Disraeli (un tory) fue el primero en usar el término "Escuela de Mánchester". De acuerdo al historiadorRalph Raico, y según indica el liberal alemán Julius Faucher en 1870, el término "Manchesterianismo" fue inventado por Ferdinand Lassalle, el fundador del socialismo alemán, a manera de término abusivo. Otros nombres usados para referirse a la escuela de Mánchester son "liberalismo manchesteriano" o "capitalismo manchesteriano".http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Manchester

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